¡NUEVOS CAMBIOS!
Hace 15 años que la ciudad de Munich decidiera migrar sus sistemas de la administración pública a Linux y LibreOffice para independizarse por completo de Microsoft. Algo por lo que recibieron muchos halagos de parte de la comunidad open source, y que les había hecho ahorrar millones de euros en el gasto de licencias.
Hoy, el discurso es otro, pues el comité administrativo y de personal del ayuntamiento de Múnich ha decidido mover a Windows 10 todos los sistemas que aún usan Linux para el año 2020.
Como ya se sabía, la ciudad de Munich decidió dejar de lado su idilio con Linux y regresar a Windows. Los alemanes han revelado sus planes concretos para ello, lo que incluye gastos por hasta 50 millones de euros en un proceso que durará varios años.
Según el alcalde de Munich Dieter Reiter, el tener dos sistemas operativos diferentes es un problema; esto, en referencia a que, pese al uso extendido de Linux, la administración de la ciudad todavía usaba Windows en algunos equipos. Entonces, el fin es ahora tener una plataforma a lo largo de todas sus terminales: Windows.
El alcalde también comentó que “más de 6.000 trabajadores no están satisfechos tampoco con el rendimiento de los sistemas operativos actuales”. Y puntualmente, se mencionan en el reporte varias quejas relacionadas a mermas en la productividad debido a problemas no corregidos al sistema operativo, cosa que, según los resultados de una consultoría externa, se debieron principalmente a la falta de coordinación de los departamentos de informática y no al software en sí.
Aunque el cambio a Linux comenzó hace 15 años, nunca se completó del todo. En febrero de este año el consejo votó formalmente para finalizar la migración a Linux y regresar a utilizar los productos de Microsoft.
Hasta el sol de hoy, el retorno a Windows está ya aprobado; sin embargo, el cambio no será de un día para otro. La puesta en marcha del plan comenzará en 2020 y recién en 2023 estará todo listo: en total, son cerca de 29.000 computadores los que tendrán que dejar atrás su actual distribución de Linux para correr con Windows.
Con todo, cuando sucedan estas cosas siempre quedará un manto de dudas respecto a los reales motivos de la transición. Porque es sabido que Microsoft está muy interesada en trabajar con los gobiernos implementando su software a gran escala, amén de que ya en marzo el jefe de informática de Munich aseguraba que la decisión era solo política.